*

Es lo más feliz que he sentido, pero es complicado.

lunes, 20 de febrero de 2012

Levantarse agotada, sobresaltada como si acabases de tener una pesadilla, mirarse al espejo y sorprenderse al ver los ojos rojos, hinchados como si hubieses estado toda la noche llorando pero tú no recueras haber derramado ni una sola lagrima.
Te paras a pensar en lo que ha sucedido por la noche, en las consecuencias de esos ojos rojos y lo único que recuerdas en tu mente es un: no vale la pena, tengo miedo pero hasta aquí llegue, hay que ser fuerte y sonreírle a la vida por esas personas tan importantes. Y a pesar de tener motivos para haberlo hecho, para pasarse toda una noche despierta, como miles que ya te has pasado así; esta vez has sido fuerte y conscientemente no has hecho nada.
Entonces, ¿Cómo explicas esos ojos llorosos y ese cansancio? ¿Habré sufrido en sueños? ¿Lo recordé en pesadillas? Pues lo más seguro.
Haga lo que haga, piense lo que piense, seguiré teniendo esos problemas en la cabeza porque son parte de mí día a día, y aunque a veces parezca fuerte e intente engañar a la gente con la sonrisa en la cara hasta en los momentos en los que estoy inconsciente lo pasó mal.

ERC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario