Te
pasas mucho tiempo esperando un momento que para ti es importante, el que lleves soñando días y días, el que te
gusta imaginarte perfecto, con un fuerte abrazo
y el calor intenso de su mirada, cuando
se esta acercando estas con los nervios a flor de piel, no sabes lo que va a
pasar ni como reaccionara, solo sabes
que llegara.
Hoy
es el día, ahora te ha tocado esperar ese momento que siempre has tenido
presente en tu cabeza desde hace bastante, eres tu la que te tienes que
enfrentar a él a pesar de temer ese encuentro.
Ves
a esa persona de lejos, esta caminando en la dirección que llega a ti, te mira, le miras, os miráis; mientras tanto el corazón
en decimas de segundo te empieza a latir muy fuerte. Su presencia esta cada
vez mas cerca de ti y tu sonrisa de gilipollas
empieza a salir, no sabes que hacer pero eres feliz con verle delante después de
mucho tiempo, pero ¿qué ocurre? Que cuando se acerca a ti, pasa de largo,
mirando a otro sitio, pendiente de otras cosas, como si fueras invisible y no
existieras para él.
Se
te quita la sonrisa, y empiezan las lagrimas, se te van los nervios y comienza
la rabia, nada de esto es lo que tenias planeado, tu puzle estaba bien armado
pero ahora le faltan muchas piezas, muchas explicaciones, ¿por qué alguien con
el que has tenido muchos palabras gratificantes, muchas muestra de cariño, mil llamadas telefónicas en las noches mas oscuras pasa de ti?
La
otra persona actúa como si no te conociese después de muchos años, y la conclusión
que saco de esto es; pasar de él , si realmente le importas aunque sea un
poquito, vendrá cuando se dé cuenta de que no le lames el culo.
ERC.