*

Es lo más feliz que he sentido, pero es complicado.

martes, 17 de abril de 2012

Por fin, vamos a darle una utilidad a las matemáticas aprendidas estos últimos años. Si cogemos todas las veces que has sido un borde conmigo y las sumamos con todas las veces que nos hemos enfadado y con los días que te he echado de menos, tenemos un número muy grande que podríamos redondear a 1OOO, por ejemplo. Ahora multiplícalo por 2 y tendrás el número de besos y abrazos que me debes. Elévalo todo al número de sonrisas que me has sacado, o sea, elévalo a infinito. Calculemos el límite ¿vale? Cualquier número elevado a infinito es infinito, osea que no tiene límite. Ahí tienes la respuesta, es absoluta, mi felicidad no tiene límites. CLA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario